Conclusión
Pedro María Seguro Romero
Tras analizar los diferentes tipos de
comunicación así como pistas para reconocerlos y ver lo que se entiende por
acto comunicativo, me he detenido a reflexionar sobre la cantidad de información
que diariamente nos trasmitimos por los medios de comunicación verbal, y
visual. En concreto en la comunicación paraverbal que es la que a guiado me
práctica de observación en el aula. De esta práctica he aprendido que
tras los gestos se esconden sentimientos y emociones, y que además estos en
muchos casos no son capaces de ocultarse.
En cuanto a las
tecnologías implicadas en la comunicación tendrían
que ser analizadas y revisadas para no inferir en procesos de
socialización primarios e
insustituibles donde el profesional de la educación ocupa un lugar
imprescindible. Por todo esto surgirá un debate o dilema sobre las finalidades
y los medios. Son muchos los cortometrajes de tintes futuristas que aportan
visión de un ser humano cada vez menos protagonista de su realidad y que pierde
relevancia. Hablar de cuestiones axiológicas en los contextos de inteligencias
artificiales es angustiarse
y ver una cierta desnaturalización de lo típicamente humano. Durante millones
de años la educación del ser humano ha estado desligada de estas
artificialidades acríticas incapaces de empatía.
Con todo esto no quiero decir que tengamos que detener el avance en el los
entornos de las tecnologías de la comunicación, sino que tenemos que mirar con
atención las relevancia de estas en los procesos de
enseñanza-aprendizaje a
fin de no hacer de esta actividad típicamente humana una actividad vana
propiciadoras de masas acríticas y conformistas.
Esta
conclusión es mía en su totalidad y no hago referencias puesto que no parto de
ninguna revisión bibliografía.
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